viernes, 15 de julio de 2011

«Y conocé que la vida no termina donde vos lo ves...»


Hasta que a uno no le tocan el culo no se pone a considerar muchas cosas.

¿Por qué hay que llegar a la instancia de tener que ponerse en el lugar del otro para darse cuenta de determinadas situaciones de mierda? ¿Por qué tanto?


«Si vos no vivis ni votás en la ciudad, ¿qué te importa el que gobierna?»
«Ponete en su lugar, si tuvieras un hijo discapacitado ¿como te sentirías si lo dicriminaran?»
«Imaginate viviendo en la calle, que horrible sería pasar frio»

No creo que tengamos que llegar al punto de imaginarse a uno con o en 'X' desgracia para darse cuenta del garrón que representa. Me resulta muy egoísta.

No hace falta tener un amigo/familiar/conocido muerto en Cromagnon para ponerse mal e indignarse por la muerte de, al menos, 194 personas por negligencia.
No hace falta tener a alguien en el Borda o cualquier otro hospital para indignarse por las condiciones edilicias.
No hace falta vivir en la ciudad para darse cuenta de la mierda que la gobierna.
No hace falta ser puto para alegrarse por un comienzo de igualdad.
No hace falta ser mujer para darse cuenta de la discriminación por género.
Sólo por que se robaron mi plata salgo a la calle pidiendo que se vayan todos, sino veo a los "piqueteros" en la tele y los puteo. Y ni siquiera en ese caso me pongo a pensar en qué haría yo si no tuviera trabajo...

Y podría seguir con ejemplos. Hay miles, todo el tiempo. Somos demasiado egoístas.
Y para otro momento dejo lo opuesto. La no-alegria/envidia por las cosas buenas que le pasan al otro.

1 comentario:

  1. Seguro, pero si pensás que con otros políticos puede mejorar la cosa, no va. Todos van a robar, sea con la mano derecha o con la izquierda. Quizás el socialismo era la mejor alternativa, pero fue rejuntado con Pino y sacaron 13%.
    A nivel nacional lo mismo... Será un gobierno que saca un 3.50 pero los demás estan para un 2 salvo el FAP, pero hay que ver.
    En fin, ¿se nota que soy socialista? jaja saludos flaca. Tenés mucha razón.

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